lunes, 8 de septiembre de 2014

Mamás Mágicas


Cuando era niña veía a mi madre como una auténtica Hada Madrina. 

Era perfecta, fuerte, indestructible y no había nada en el mundo que ella no pudiese solucionar. Mi vida era tranquila, fácil y segura gracias a ella.

Con la llegada de la adolescencia, aquella Hada Madrina empezó a ser vulnerable, a no ser perfecta y por supuestos ya no lo solucionaba todo, incluso a veces pensaba que su única misión en la vida era fastidiarme, qué curioso cambio de perspectiva.

Pero con los años, y en mi edad adulta, sigo pensando que Mi Mamá sigue siendo Mágica. Aún ahora sigo buscando refugio en ella en los momentos duros y probablemente es la primera persona con la que comparto mis alegrías.

He de reconocer que, desde que se convirtió en Abuela, dejé un poco de ser su prioridad, y me costó muchísimo asumirlo, porque mi Hada Madrina ya no volcaba toda su magia en mi.

Y ahora que soy Mamá (y de familia numerosa!!), me pregunto si mis Hijas me ven y verán de la misma forma, si  para ellas seré esa persona en la que encuentren ese don especial que solamente tenemos las Madres.

Creo, firmemente, que en cada Mamá hay un Hada Madrina, que nuestra magia no se limita a lidiar con el día a día (que no es poco) sino a hacer que, la vida de nuestros "polluelos" sea lo más perfecta posible.

A todas vosotras, mujeres maravillosas, fuertes, inteligentes, que morís de amor por vuestras criaturas y que rebosáis magia, va dedicada esta gran aventura.

¡¡¡Bienvenidas todas, Mamágicas!!!






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