martes, 16 de junio de 2015

THE" HAPPY HOUR"



Para algunos de los mortales finalizar su jornada laboral significa el mejor momento del día. Ese espacio de tiempo en que uno sale de su lugar de trabajo y dedica el tiempo que considere en cualquier actividad, deportiva, lúdica, social...

De esos momentos After Work nacieron las Happy Hours.

Para otro nutrido grupo de mortales, el de las madres de familia, esas Horas Felices también existen, aunque no se si lo de "Felices" se podría aplicar en todo su contexto.

Si además, eres madre de familia numerosa y los compromisos y responsabilidades laborales de tu otra mitad prácticamente os han convertido en familia monoparental de lunes a viernes, el concepto Happy empieza a sonar realmente irónico.

La caída de la tarde es mortal, si además tienes un bebé en casa, por mucho que intento organizarme adelantando cenas, haciendo menús o incluso programando las horas de baño para cada una, acabo desbordada.

Deberes de fieras mayores y demandas de bebé, eso cuando no tenemos que salir por alguna actividad extra escolar o porque tenemos cumpleaños o tarde de juegos en casa de alguna amiga. Se que algunas madres son implacables en los planes entre semana pero yo no puedo, considero su vida social tan importante como cualquier otro aspecto en su desarrollo y aunque eso vaya en detrimento de mi estabilidad psicológica, no me puedo negar.

Me visualizo una tarde cualquiera, con la bechamel sobre la encimera esperando a convertirse en una croqueta, sentada acabando deberes con Fiera Mayor mientras Fiera Mediana no para de contarme todas sus aventuras del día y de reclamar su parcela de atención y Baby Fiera no para de gritar como una loca porque se cae de sueño, quiere baño y biberón y tiene que ser ya.

En algún momento me doy cuenta de que no me he quitado ni los zapatos, que sigo llevando las llaves del coche colgadas al cuello (modalidad que he tenido que adoptar porque llevar bolso, carrito, bebé en brazos y una niña de cada mano no me dejaba otra alternativa), y que no se por qué diantres sigo con las gafas de sol en la cabeza cuando hace unas tres horas que anocheció.

No se como pero al final consigo bañar y poner pijama a una, lavar pelos a las otras, dar biberón, envolver las croquetas y freirlas, lograr que se laven bien los dientes y hasta consigo contarles un cuento!!! Mi próximo objetivo es hacerlo sin perder los papeles unas doscientas veces a la hora, es decir sin gritar y lloriquear unas cuantas veces.





En el momento que consigo tenerlas reducidas en sus camas y cuna, habiendo dejado los uniformes listos, el lavaplatos cargado, nuestra cena medio preparada y todo recogido, es cuando desearía volver a ser fumadora y sentarme con los pies en alto con un cigarrito (si me lee mi Señor Marido le da algo!), aunque una copa de vino de vez en cuando también sirve para estos casos.

Así que señores y señoras sin responsabilidades familiares, aprovechen al máximo sus Happy Hours, que luego mutan en otro tipo de horas, eso sí, no se si serán Happy pero desde luego, pese a la locura que conllevan, como en los cuentos de hadas, siempre acaban siendo Felices.

Feliz día Mamágicas

1 comentario:

  1. me ha encantado la entrada de hoy!!!!!! muy cierta y real!!!!!!!!! yo siempre digo que mi momento del dia es cuando me mento en la cama con mi libro a leer, esa media hora es mi gran momento!!!!!!!!! Un beso fuerte!

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