Hace unos días tuvimos en el cole la reunión trimestral de
la clase de mi hija mediana, como es habitual pero con una novedad, una charla
posterior a la misma que realmente me encantó.
Nunca hemos sido partidarios de leer libros sobre educación
ni de escuelas de padres, quizás por desconocimiento o directamente por falta
de tiempo, así que decidimos encomendarnos a la experiencia, al estilo de
educación que hemos recibido ambos y de momento no nos ha ido nada mal, aunque
siempre hay cositas que mejorar, sin duda.
Volviendo a la charla en cuestión, el tema me pareció al
menos curioso, por no decir realmente interesante, ya que se trataba de Autoridad.
Autoridad, una
palabra que durante las últimas generaciones parece haber sido desterrada de
los “manuales” educativos, llegando a resultar incluso un eufemismo pero que,
nada más lejos de la realidad, es fundamental en la educación de nuestros
hijos.
Nacho Calderón, reputado psicólogo y autor de varios libros
sobre educación, nos hizo pasar una tarde estupenda, nos reímos, nos hizo
reflexionar y nos dio buenos consejos. Como en todo, cada uno los aplica a sus
circunstancias, pero en general me quedo con unas cuantas ideas para poner en
práctica ya mismo.
- Las teorías de los psicólogos, de las décadas de
los 80 y 90, sobre las relaciones padres e hijos basadas en el diálogo y en la
negociación, está claro que no funcionan, por supuesto que hemos de dialogar
con ellos pero nosotros somos los que establecemos las normas.
- Quererles, quererles mucho y decírselo constantemente y fomentar ese
amor entre hermanos.
Somos el espejo en el que ellos se miran, nuestro comportamiento y actitud serán ejemplo para ellos. Pasar todo el tiempo que podamos con ellos, necesitan saber que "estamos".
Además de éstas, otras
ideas y ejemplos francamente interesantes. Volvemos a una educación
tradicional, con matices y adaptada al siglo XXI pero sin perder la esencia en
valores.
Establecer límites a nuestros hijos, desde temprana edad, les hará sentirse más seguros
Siempre me he preguntado cómo lo hacían mis padres, mi madre
siendo cariñosa, comprensiva y divertida con una sola mirada suya bastaba para
saber que estábamos cruzando fronteras que no debíamos de cruzar. Era
francamente alucinante y qué queréis que os diga, la admiración hacia mis
padres sigue latente a día de hoy, no tengo ningún trauma por superar, es más,
les agradezco esos límites que establecieron en su momento y que nos hicieron
mejores personas, sin duda.
Respecto a Nacho Calderón, os recomiendo la
lectura de su libro “Educar con sentido”,
en ella explica las claves que os comentaba antes y muchas más, de forma muy
amena y práctica.
Agradecer a nuestro Súper Cole, Colegio Santa María la Blanca de Montecarmelo, sus espectaculares iniciativas, siempre pensando en las familias y en la educación y felicidad de los niños. No podemos estar más felices.
Feliz día Mamágicas.
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