jueves, 11 de septiembre de 2014

VUELTA AL COLE




Acabo de terminar de etiquetar y forrar el enésimo libro de este año, dando gracias porque no los tienen que llevar todos el primer día y puedo repartir esta “gratificante” tarea en varios días.

No sé si es por el calor o porque el forro es malísimo, pero no hay forma de que quede bien a la primera, así que llevo unas cuantas noches robando tiempo a todo para que las Princesas lleven sus libros impecables, tal y como los llevaba yo en mis tiempos.


Después de la vuelta al cole los padres deberíamos tener unas cortas pero intensas vacaciones, preferiblemente en un balneario o en un monasterio benedictino donde poner nuestra mente en blanco y olvidarnos del estrés que nos suponen estos días.

Empecé a principios de Julio encargando libros y uniformes y antes de irnos a la playa ya lo tenía todo en casita, a la vuelta zapatos, calcetines, material escolar…etc. Pero no sé como pero al final me ha pillado el toro. El lunes a última hora buscando un estuche como locas, con la lengua fuera (y es que no vale cualquier estuche) y a día de hoy, tercer día del curso, todavía tengo cosas por rematar.

Y como nunca dejo de darle vueltas a posibles ideas de negocio, ¿Qué os parecería algo así como “Gestión integral de servicios de vuelta a la realidad”? A algunos les facilitaría mucho la vida.

La verdad es que me quejo con la “boquita pequeña” porque me encanta hacerlo, prepararlo todo con ellas y recordar que yo, a su edad, tenía la misma ilusión por volver a ver a mis amigas.

La vuelta a la rutina se agradece bastante, sobre todo porque mi Gordita de 3 meses empieza a disfrutar de Mamá para ella sola, aunque sea a tiempo parcial, que ya le tocaba y yo vuelvo más o menos a mi actividad habitual.


Ánimo “Mamágicas”, un cafetín terapéutico con amigas puede también sustituir a esas recomendables pero imposibles vacaciones post-vuelta al cole.


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