Mi amiga Lucía acaba de ingresar en el hospital para su tercera cesárea. Está feliz, es una niña muy deseada y después de dos chicotes aún con más motivos.
Lucía está en buenas manos pero su parto, como el de cualquiera, no deja de ser una experiencia compleja y agotadora.
Qué deberíamos hacer y qué no ante el momento postparto de una amiga, hermana, familiar?? No siempre es fácil acertar pero aquí os dejo unas pistas, desde mi experiencia como madre de tres.
1. La Mamá está cansada, aunque sea el parto mas fácil del mundo el desgaste físico y la revolución hormonal nos deja exhaustas. Quizás no tengamos ganas de visitas en las primeras horas, necesitamos paz, necesitamos intimidad.
En este punto hay que tirar de diplomacia de manual porque muchas veces la familia más cercana no suele tomárselo muy bien.
2. El Bebé deberái de estar solamente en brazos de su mamá las primeras horas.
Si todo va con normalidad, el bebé ha de estar con su madre en los primeros momentos de vida, entiendo con esto que el papá también puede tenerlo por ratitos pero el trajín de abuelos,tíos y amigas del alma peleándose por cogerlo cuanto antes, NO, es su bebé, no el tuyo.
3. Los padres y el bebé necesitan intimidad. Las madres en ocasiones estamos medio desnudas, con el pecho fuera, o con un camisón abierto a la espalda, no estamos precisamente listas para posar para la portada de Hola, necesitamos nuestro espacio incluso para disfrutar de esos primeros momentos de vida del recién nacido con él y el padre de la criatura.
4. Respetar las decisiones de los Padres en cuanto a visitas, horarios, alimentación y todo lo que concierne a la mamá y al bebé. Más de una vez he presenciado una animada tertulia en la habitación de la clínica sobre lo que debe de hacer o no la mamá, con ella presente. Esto, sobre todo cuando somos primerizas, suele llevarnos al pánico más absoluto.
Debemos también preguntar a los padres si podemos coger en brazos al bebé y si dan su consentimiento no olvidemos higiene total y absoluta, lavarse las manos antes es fundamental!
5. Lo ideal es preguntar a los papás cómo están y si les apetece o viene bien recibir visitas. Si no les encaja no es porque sean unos maleducados o porque te tengan manía, no lo tomes a mal. Aquí también os digo que si sois vosotras las parturientas aprendáis a decir no, si no os encontráis bien no tenéis por qué hacer de "anfitriona" perfecta.
El llevar niños a conocer al nuevo bebé, salvo que sean sus propios hermanos o familia muy muy cercana, tampoco es aconsejable.
6. Los regalitos. En el hospital se agradecen las flores y los bombones, o algún detalle mono para el bebé. Evitemos los mega osos de peluche o los artilugios de puericultura que, salvo que los papás nos lo hayan indicado como súper necesario para el momento, no se deben de llevar como regalo a un hospital. El momento "Bocata de Jamón", también puede esperar a que lleguemos a casa, a los médicos y enfermeras no les hace gracia que llevemos comida, y a mi, personalmente, tampoco.
En resumen, con ser respetuosos con el momento que viven los padres y siguiendo sus indicaciones seremos de gran ayuda para estos momentos en los que las hormonas hacen verdaderos estragos.
Y mientras escribía este post he recibido la primera foto de Claudia, a la que estoy deseando conocer pero, dadas las circunstancias dejaremos a Lu descansar un poquito y hacia el final de semana veremos si tienen ganas de visitas.
Os ilustro este post con una imagen, muy personal, de Macarena y mía a las pocas horas de nacer.
Feliz y lluvioso día, @Mamágicas